Resiliencia: hemos oído de ella, pero ¿qué es?
Seguramente hemos oído de la resiliencia en algún momento y tenemos la noción de que es algo importante que hay que tener o mejorar. Sin embargo, te has preguntado ¿qué es la resiliencia? ¿cómo sabemos si somos o no resilientes?, ¿cómo podemos desarrollarla?, es más, ¿se puede desarrollar? Hay muchas dudas sobre este concepto que es poco concreto y a veces difícil de entender, así que sería útil entender cómo podemos verlo en el día a día y, sobre todo, aprender estrategias para poder mejorar nuestra capacidad de ser resilientes.
Para empezar, vamos a definir lo que es la resiliencia. De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés) la resiliencia se define como “el proceso y el resultado de la adaptación exitosa a experiencias de la vida que son difíciles o retadoras, mediante estrategias de flexibilidad y ajuste emocional, mental y comportamental a las demandas internas y externas”.
Esta definición permite entender qué es la resiliencia y, ¡buenas noticias!, nos dice que tenerla es un proceso: esto quiere decir que es algo que se da con el tiempo y que efectivamente se puede fortalecer.
Ahora pasemos a la pregunta de cómo podemos fortalecer la resiliencia. Para responderla, la evidencia nos da estas recomendaciones:
- Prioriza relaciones: ten cerca a personas empáticas y consideradas, ello te ayudará a sentir que no estás solx cuando enfrentas situaciones difíciles. Algunas veces frente a momentos difíciles tendemos a aislarnos, pero contar con alguien que brinda apoyo emocional y reconoce tu valor o tu esfuerzo ayuda mucho.
- Ten un “espacio de relajación”: crea un espacio donde, en la medida de lo posible, disminuya el estrés y la ansiedad.
- Mantén tus rutinas de autocuidado: persiste en continuar los hábitos o acciones cotidianas que te generan bienestar, te tranquilizan o te permiten experimentar emociones positivas. Esto incluye cosas sencillas como regalarse 5 minutos para beber un café, hacer una llamada con un amigx en las noches o tomar una ducha caliente.
- Toma el control con realismo: cuando estés ante una situación difícil no pretendas que todo va a salir como tú quieres o esperas. Identifica aquello que sí puedes modificar o controlar, pero también date cuenta de lo que se sale de tus manos; esto ayudará a centrar tu atención y energía en lo que sí tiene posibilidades.
- Ayuda a alguien más: pocas cosas brindan tanta satisfacción y generan emociones tan positivas como ayudar a otra persona. Anímate a hacer un voluntariado, a ofrecer ayuda a un(a) compañerx o amigx, o a ayudar con el aseo de la casa.
Puede que algunos de estos consejos te funcionen mejor que a otros, así que intenta algunos de ellos y evalúa cómo te sientes. Y no olvides que fortalecer la resiliencia es un proceso: Procura ser comprensivx contigo en ese camino y ten en cuenta que tener resiliencia no implica que vas a dejar de experimentar momentos difíciles o dolorosos. Ser resiliente te permitirá enfrentar esas situaciones con recursos y apoyos, así como a atravesar las tormentas de la vida disminuyendo la probabilidad de que te afecten profundamente a largo plazo.
Tendrás muchos momentos en los que sentirás tristeza, ansiedad o angustia y está bien. Esas emociones te indican que la situación es importante para ti... la resiliencia te ayudará a atravesarla.
Referencias Alvord, M. K., Gurwitch, R., Martin, J., Palomares, R. S. (1 de mayo del 2011, actualizado 1 de junio del 2020). Resilience for teens: 10 tips to build skills on bouncing back from rough times. American Psychological Association Page. https://www.apa.org/topics/resilience/bounce-teens. Palimter, D. Alvord, M. A., Dorlen, R., Comas-Diaz, L., Luthar, S.S., Maddi, S. R., O´Neill, H. K., Saakvitne, K. W., Tedeschi, R. G. (1 de enero del 2012, actualizado 1 de febrero del 2020). Building your resilience. American Psychological Association Page. https://www.apa.org/topics/resilience/building-your-resilience
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Autora: Mariana Medina |