Esto te va a sonar extraño, pero el fenómeno de la procrastinación no es solamente el monstruo que te acompaña en tu tiempo diurno y se entromete al momento de realizar tus tareas, sino que también te puede acechar al momento de conciliar el sueño. En inglés bed time procrastination es básicamente el nombre científico que se acuña al hecho de permanecer despierto por mucho más tiempo del necesario sin justificación alguna. Quizás te ha ocurrido que, por ejemplo, debiste haber ido a la cama hace un par de horas pero preferiste quedarte viendo Netflix, o en lugar de cerrar los ojos, elegiste un paseo infinito por tus redes sociales o simplemente te quedaste naufragando en Youtube viendo teorías conspiranóicas hasta las tres de la mañana. No te preocupes, a todos nos ha pasado, sin embargo si esto te pasa con frecuencia puedes ser un procrastinador nocturno.
En 2004 la revista Frontiers in Psychology, publicó un artículo en el que aseguran no solamente que la procrastinación nocturna afecta nuestro bienestar integral, sino que además está relacionada con otros rasgos de la personalidad, haciendo a algunas personas más proclives que otras a padecer este fenómeno.
¿Eres un procrastinador nocturno?
Para averiguar qué hace a unos sujetos más proclives para desarrollar este hábito nocturno, los investigadores reunieron a 177 personas para empezar su investigación. Luego de haber indagado sobre sus hábitos nocturnos, al igual que la cantidad de horas de sueño promedio que alcanzaban por noche, les aplicaron una encuesta con preguntas diseñadas para medir su capacidad de Auto-regulación o capacidad para manejar sus impulsos, encontrando que quienes tenían mayor auto-control eran menos proclives a la procrastinación nocturna. Esto tiene mucho sentido, pues si eres muy bueno para aguantarte el impulso de estar revisando tus redes sociales mientras estás haciendo un trabajo de la universidad, o si planeas meticulosamente tus tareas y las realizas todas en los tiempos establecidos, es muy probable que cuando llegue la hora del descanso te vayas a dormir a la hora que es, sin obstáculos ni interrupciones: Directo al objetivo.
Pero si por el contrario, te cuesta mucho poner freno a impulsos repentinos, o si tiendes a interrumpir tu labor en múltiples ocasiones cuando haces una tarea larga y demandante, es posible que te encuentres en el otro lado del espectro: bajo control de impulsos. Así, puede ser que te cueste mucho ir a la cama a la hora adecuada porque se te antojan uno o dos episodios más de tu serie favorita en Netflix, aún cuando los párpados te pesen y sientas cansancio en tu cuerpo.
Otra de las autoras que aborda el concepto de impulse control es Katherine Milkman, Phd en Computer Science y profesora de la Universidad de Pensilvania, quien en un episodio del Podcast de Freakonomics (A. Melathe, S Dubner, 2018, 41 m 13 s) dedicado a este tema, hace referencia a este fenómeno. Según la Dra. Milkman, cuando somos niñxs y estamos en proceso de crecimiento buscamos siempre evitar las experiencias displacenteras, siendo la forma más efectiva la evitación de cualquier situación desagradable y la búsqueda de una actividad placentera e inmediata. De esta forma cuando enfrentamos una frustración de carácter mental, no solamente evadimos una sensación displacentera sino que además bloqueamos la actividad de pensamiento relacionada con ella. Así, cuando estamos frustrados con algún pensamiento, sentimiento, experiencia o sensación que se halla en el patio trasero de nuestra mente —“in the back of the mind”— el control de impulsos se apodera de nuestra conducta, desencadenando todo tipo de maniobras de evitación para no sentir y no pensar. Una de las consecuencias de ello puede ser justamente la procrastinación nocturna recurrente, que nos hace evadir el momento del sueño, recurriendo a pequeñas actividades de entretenimiento o simplemente de pérdida de tiempo, con tal de esquivar el encuentro con nuestros pensamientos cuando llegue el momento de dormir.
¿Cómo frenar la procrastinación nocturna?
¿Te diste cuenta que eres procrastinador(a) nocturnx? Teóricamente hablando, dejar de serlo suena bastante fácil, pues pareciera que todo lo que necesitas es simplemente irte a dormir, sin embargo, para algunas personas resulta mucho más fácil decirlo que hacerlo realidad. Si ese es tu caso, un ejercicio de introspección puede ser una buena alternativa; Si sientes la necesidad de permanecer despiertx hasta tarde sin justificación, pregúntate porqué sucede esto en tu mente: ¿será que estas ansiosx por una nota de un examen que no ha llegado?, ¿Será que hubo una discusión con algún amigx o familiar que te dejó un nudo inconcluso en el pecho?, ¿Será que te asusta perder a tu pareja?, o ¿sientes quizá que tu rutina es tan agotadora que el espacio de la noche es el único momento de esparcimiento y deseas prolongarlo hasta el infinito?.
Para éstas y miles de otras cuestiones que pueden generar tu procrastinación nocturna, por supuesto no hay una respuesta correcta ni hay una única forma de resolverlas. Lo verdaderamente importante es hacer consciencia sobre nuestros estados mentales, aproximarnos a la realidad que está detrás de nuestros pensamientos, acercarnos a la raíz de aquello que perturba nuestras emociones y tratar de encontrar una forma de afrontarlo.
Por ejemplo, si te sientes muy estresado y necesitas más tiempo para descansar y relajarte, empieza por anotar algunas acciones que te vayan ayudando con este problema de forma progresiva, como una rutina de Yoga o estiramiento algunos minutos antes de dormir todos los días o si en tu introspección detectas que tu ansiedad aumenta con la navegación en redes sociales ponte la meta de desconectarte de todas tus pantallas por lo menos media hora antes de dormir.
De este modo, la indicación es realizar el ejercicio constante de introspección – identificación – acción hacia el cambio, para empezar a re-configurar los estados mentales que están detrás de la procrastinación nocturna.
Si a pesar de haber realizado varios ejercicios de introspección no has podido encontrar la raíz de tu procrastinación nocturna ni has podido modificar los efectos relacionados con ella, la recomendación es consultar un experto en salud mental, ya que podría requerirse una exploración más profunda a través de una valoración y un tratamiento terapéutico.