Con frecuencia, creemos que el bienestar viene de cosas como el dinero, el cuerpo perfecto, o tener notas muy altas. Al ver estas cosas en la televisión, o en nuestros amigos, deseamos tenerlas, y cuando por fin las tenemos, efectivamente, nos sentimos muy satisfechos y felices. Pero ¿cuánto dura esa felicidad? posiblemente, unos días o semanas, pero luego esta se desvanece hasta que encuentras ese otro teléfono, ese otro reloj que se puso de moda, o se viene ese otro parcial y el ciclo vuelve a repetirse. Cuando te acostumbras a acumular cosas, llega el momento en que la felicidad se va desvaneciendo, ya no es una novedad en tu mente ni en tu vida y tiendes a desear más y más. Algo similar sucede con las notas altas. Las valoramos tanto que creemos que si no las tenemos seremos totalmente infelices. Por eso, cada vez que nos acercamos a un parcial, sentimos mucha angustia y preocupación de sacarnos una nota baja, que para unos puede ser 3,0 o 2,5 pero para otros puede ser un 3,8. Cuando recibimos esa nota, nos sentimos mal y frustrados, pero afortunadamente, como sucede con la satisfacción de recibir una nota muy alta, ese sentimiento inmediato pasa pronto, y termina siendo una anécdota más al final del semestre.
Recuerda que las notas son tan solo una medida de tu aprendizaje, pero no es la única. Una nota baja puede ser una alerta de que necesitamos esforzarnos más, así como una nota alta es un motivo para continuar haciendo lo que estamos haciendo bien. Pero hay muchas medidas más que tú mismo puedes tener presente para saber qué tanto estás aprendiendo: tu propia seguridad en manejar un tema, el esfuerzo que le dedicas a cada materia, el poder explicarle un tema difícil a un amigo. Todo esto te muestra lo que has aprendido, y son tus herramientas de trabajo mientras estudias y una vez te gradúes de la Universidad. Recuerda que el promedio no es lo único, ni lo más importante cuando vayas a aspirar a un posgrado. Y si vas a buscar trabajo, hoy en día las empresas tienden a mirar menos las notas y a evaluar más tus competencias, y esas, ¡no las pueden ver en tus notas!
Artículo inspirado en el curso The Science of wellbeing de Coursera, Dr. Laurie Santos.
Referencias: * Di Tella et al (2010). Happiness adaptation to income and to status in an individual panel. Journal of economic bejavior and organization, 76, 834-852. * Jose et al. (2012). Does savoring increase happiness? A daly diary study. The Journal of Positive Psychology, 7 (3), 176-187).
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Autora: Ángela Patiño |
¿Cuántas veces hemos pensado que a nuestros compañeros siempre les va mejor que a nosotros?, O que su reloj está más de moda o que su ropa es más bonita? Estas ideas, lejos de ser verdad, aparecen en nuestra cabeza por jugadas que nos hace nuestra mente. Compararnos con quienes nos rodean y hacerlos nuestro punto de referencia es más común de lo que pensamos, al punto que a veces quienes nos rodean se convierten en lo que queremos ser. Por ejemplo, si nos rodeamos de amigos que tienen mucho dinero, ese dinero se convertirá en nuestro punto de referencia. Pero, ¿qué pasa si de repente nuestros padres ascienden en su trabajo, y aumentan sus ingresos?, seguramente tendremos más comodidades, y nos rodearemos de personas más adineradas, pero el pasto volverá a ser de nuevo más verde donde el vecino. Entonces siempre habrá nuevos relojes, nuevos computadores o nuevas marcas de ropa que deseemos tener, solo porque hemos cambiado nuestros puntos de referencia. Creemos que eso nos hará más felices, pero una vez lo obtengas, habrá más y más cosas que desear. Entonces, ¿qué se puede hacer?, Aquí algunas ideas:
Haz una pausa de un minuto, mira a tu alrededor, observa tu salud, aprecia ese amigo(a) con el que acabas de hablar, esa materia que te enseñó ese tema que te gustó, tus amigos. Lo que tienes es el presente, el pasado ya pasó, el futuro aún no llega.
Una buena comida, el saludo de alguien que te agrada, una jornada de ejercicio desestresante. Tomar momentos de gratitud todos los días ha mostrado efectos beneficiosos en el sistema inmune y en el estado de ánimo.
Artículo inspirado en el curso The Science of wellbeing de Coursera, Dr. Laurie Santos.
Referencias: * Gilbert (2007). Stumbling on Happiness. Gilbert (2007) New York; NY: Vintage Books. * Levine et al 2012 Accuracy and artifact: reexamining the intensity bias in affective forecasting. Journal of Personality and Social Psychology, 103 (4), 584-605.
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Articulo: Angela Patiño - DECA de Estudiantes |
Estar alegre, malgeniado, nervioso o triste, seguro te suena familiar.
Sí, y así como hacemos cosas para cuidar nuestro cuerpo, podemos hacer cosas sencillas que nos ayudarán a cuidar de nuestro estado emocional:
No… aunque quisiéramos no hay forma de no sentir o de quitarnos de encima lo que sentimos. Qué tal si mejor nos ponemos un radar para identificar lo que sentimos e intentamos entender por qué nos sentimos de esa forma?, puede funcionar escribir sobre las emociones que estamos experimentando y las situaciones que las han generado, hablar con un amigo también puede ser de mucha ayuda.
Quizás la emoción se ha hecho muy intensa –literalmente te está ‘explotando’- y ya está afectando tu ciclo de sueño y de alimentación o tu rendimiento académico. Buena hora para lanzar un S.O.S. y pedir ayuda!!... hacerlo no es un signo de debilidad y en cambio deja ver tu capacidad para encontrar nuevas formas de resolver tus dificultades.
Parece un mal sueño, pero está pasando: en una semana has hecho parte de 4 o 5 grupos diferentes en los que apenas conoces a un par de personas en el mejor de los casos o quizá no conoces a nadie; tú quieres salir corriendo o despertar –pero no estás dormido-… sin embargo, sabes que no puedes. No entres en pánico. Al inicio costará un poco de trabajo conocer gente pero si te muestras dispuesto, dejas que te conozcan y te lanzas a conocer lograrás ir armando tu grupo… ah!, y por el camino te puedes encontrar con tu BFF!!!
Te habrás dado cuenta que cuando no duermes bien o dejas de comer puedes ser un Sherk en potencia… bueno, pues algo tan sencillo como alimentarse y descansar adecuadamente te ofrece un mejor estado emocional y te da la capacidad de rendir más.!
Ahora tienes mucho que hacer, te estás adaptando al ritmo de la Universidad y literal sientes que no te queda un minuto, eso te deja agotado y el cansancio físico empieza a sentirse; con ese panorama por supuesto crees que lo último en tu larga lista de pendientes es hacer un poco de ejercicio. Sin embargo, sabías que dar media hora de tu día para una actividad física te compensará con una buena dosis de energía y mejorará tu concentración, tu memoria y tu estado de ánimo?.
No nos digamos mentiras: vas a tener semanas en las que todo se acumula y momentos de presión por parciales, talleres, entregas; y si eso se junta con una discusión con tu pareja o con tus papás estarás a punto de colapsar. Aunque no es posible evitar esos momentos de tensión vale la pena que echemos mano de estrategias como hacer yoga, tomarse un café con un amigo o ir a una clase de rumba o salsa.
Estudios científicos han demostrado los beneficios del mindfulness y la meditación para disminuir el estrés, así que… A meditar!
Es fácil enfocarnos en lo que nos sale mal y en lo que fallamos… recuerdas esa situación en la que te diste palo por tener un mal quiz?, o, aquel momento vergonzoso en tu grupo de amigos por el que te auto-flagelaste por días?. Es posible sentirnos mejor si cambiamos el enfoque y en vez de estar concentrados en los puntos negros podemos apreciar el enorme espacio blanco que los rodea. Ayuda tomar cinco minutos diarios para agradecer por las pequeñas y grandes cosas buenas que nos ocurren todos los días y practicar un poco de auto-compasión.
Tomado de www.freepik.es | |
Autora: Patricia Padilla |
¿Alguna vez has sentido que te falta la respiración, que tu corazón está a punto de estallar y que tus manos sudan a chorros?. De pronto quisiste salir corriendo, no podías pensar con claridad o tu mente se puso en blanco… Bueno, pues estas sensaciones están asociadas a la emoción de la ansiedad.
La ansiedad es un estado emocional en el que se siente intranquilidad, nerviosismo y muchas veces se piensa sobre el futuro cercano o lejano como algo peligroso o desafortunado; la mayoría de las veces este estado es difícil de controlar y eso lo hace aún más desagradable. Sentirse ansioso no es de por sí malo pues es una emoción vinculada al miedo y que evolutivamente nos ha permitido protegernos de situaciones peligrosas para nuestra supervivencia; imagínate un cavernícola huyendo de una manada de depredadores, ahí la ansiedad y el miedo fueron nuestros aliados!!.
El problema viene cuando la ansiedad y el miedo están presentes de forma permanente porque nos sentimos en peligro ante cualquier situación: temor a perder un parcial, a no ser invitados a esa fiesta o a no poder hacer la exposición. Ahí es cuando la ansiedad se convierte en un problema.
¿Qué puede pasar si estás todo el tiempo ansioso?
Y qué hacer?
Buenas noticias: sí es posible ponerle un pare a la ansiedad!. Esta emoción será manejable si dejamos que nuestro organismo descanse y si ponemos en práctica unas sencillas actividades de auto-cuidado y bienestar:
Quizá lo que te atemoriza está bajo tu control y puedes intentar resolverlo. ¿estás muy ansioso porque temes no pasar un parcial?, haz un cronograma de estudio, define los temas que necesitas reforzar y recurre a las ayudas que están disponibles para prepararte… trabajar para lograr tu meta y ver tus avances te hará sentir dominio sobre la situación y ello disminuirá la ansiedad.
Siempre hay situaciones que no están bajo tu control, pero pensar 24/7 en ello sólo mantiene constante tu malestar emocional; quizá vale la pena cambiar el chip haciendo actividades que te gusten y que disfrutes: salir a hacer un deporte, tomar un café mientas charlas con un amigo, cocinar, ver tu serie favorita… ¿Cuál es tu plan?.
Recuerda, ¡pedir ayuda es de valientes!. Si sientes que la ansiedad te desborda pedir ayuda profesional es una buena opción. Solicita tu cita en el Centro de Apoyo de la DECA, donde un equipo de psicólogos podrá ayudarte a manejar la ansiedad y a desarrollar tu capacidad para lidiar con las situaciones a las que está asociada.
Fondo: Edvard Munch - National Gallery of Norway | |
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Autora: Paula Pineda |
¿Alguna vez te ha dado por compartir fotos o videos en donde apareces con poca ropa y con la sensualidad a flor de piel? ¿Has escuchado hablar del sexting?
El sexting es el envío de fotos y videos de tipo sexual a través de las redes sociales, especialmente por medio de los dispositivos móviles. Como ya sabes, una vez pones a circular un contenido en la red pierdes total control sobre lo que pueda pasar con él, las vueltas que puede dar son infinitas, por eso es importante pensar con calma si animarse a compartir este tipo de contenidos o no.
Estas preguntas te pueden ayudar a pensártelo bien des-pa-ci-to…
están súper bien pero los del destinatario de tu mensaje no?
Bien, si después de hacerte estas preguntas aún sigues con la idea de hacer sexting, sigue estas recomendaciones para evitar ponerte en riesgo:
Video tomado de EnTICconfíoTV |
Iconos tomados de Freepik |
Autora: Jennifer Sánchez |
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